Mayo ha terminado con una tasa de ocupación hotelera del 77,4%, un valor que, si bien está por encima del de abril (75,9%), no alcanza el registrado hace un año, cuando la tasa llegó al 81,8%, 4,4 puntos porcentuales por encima. Se repite e incluso acentúa la situación vivida en febrero y abril en la que el dato mensual no supera el registrado un año antes. El tiempo lluvioso que ha caracterizado la mayor parte del mes se ha dejado notar y ha impedido una mejor ocupación.
Existe una amplia diversidad de situaciones en los diferentes destinos. Así, la ciudad de Alicante supera la media provincial y llega al 81,0%. También la Playa de San Juan obtiene un gran resultado con una tasa del 93,4%. Además, están por encima de la media Alcoy (93,5%), Sant Joan d’Alacant (89,0%), Elche (86,1%) y Mutxamel (84,3%). Con valores más modestos están Jávea (75,0%), Santa Pola (60,0%), Orihuela (56,5%), Algorfa (39,8%), Villena (38,3%), Guardamar del Segura (32,0%) o Villajoyosa (21,2%).
Los indicadores de rentabilidad avanzan en positivo, con un incremento de ingresos por habitación disponible del 9,2% respecto al mismo mes de 2022, una subida que permite compensar el incremento de precios experimentado a lo largo de estos meses.
La demanda turística ha sido en mayo fundamentalmente internacional (64,3%), mientras que el turista nacional la representado el 35,7%. De entre los turistas internacionales sobresalen los llegados de Reino Unido (24,8%), seguidos por los llegados de Francia (7,7%), Irlanda (6,6%), Noruega (6,3%), Suecia (5,3%) o Italia (4,9%). De los que integran la demanda nacional, destacan los llegados de la propia Comunitat Valenciana (33,6%), Comunidad de Madrid (24,7%), Cataluña (9,6%), Andalucía (6,6%), Castilla La Mancha (6,7%) o Castilla y León (3,7%).
Junio se prevé que registre unas mejores cifras coincidiendo con la llegada del verano meteorológico y la temporada de playa, además de las Hogueras de San Juan, que también impactarán positivamente en la ocupación.
