
El puente de Semana Santa, uno de los más esperados del año y que marca el fin de la temporada invernal se ha cerrado en la provincia de Alicante con una tasa de ocupación hotelera del 80,7%, una cifra que supera la de 2019 (80,0%), aunque está por debajo del excepcional 85,4% de 2022, punto de inflexión en el que las ganas de viajar contenidas por la pandemia vivieron su momento de liberación.
Este dato provincial encierra dos realidades contrastadas. El buen tiempo reinante durante todo el puente ha animado por lo general a la demanda en los destinos de litoral, algunos de cuales han registrado datos históricos, mientras que las localidades de segunda línea y de interior han registrado ocupaciones más modestas. De esta forma, la ciudad de Alicante ha calcado prácticamente el dato del pasado año con una tasa de 85,4% (85,4% en 2022). Playa de San Juan ha logrado un 95,3% (94,6% en 2022), Jávea consigue un 93,4% (89,7% en 2022). Elche también registró un buen dato, 87,6%. Las localidades por debajo de la media han sido Mutxamel (77,4%), Orihuela (75,2%), Alcoy (70,8%), Algorfa (68,9%), Santa Pola (58,0%), Villajoyosa (40,0%) o Villena (35,8%). En general ha sido un puente muy positivo para el turismo provincial y es destacable la elevada calidad ofrecida por los establecimientos, sin incidencias a pesar de las altas ocupaciones y también el buen nivel de los servicios públicos en los destinos alicantinos, que han estado a la altura en este momento de alta exigencia para las infraestructuras y equipamientos turísticos.